Las mayores debilidades en esta materia pasan por un marco regulatorio ya obsoleto, con más de 25 años de antigüedad, y la dificultad de actualizarlo, así como la emisión de nuevas leyes que en aquel entonces no se habían planteado. Debe promoverse una ley de presupuestos mínimos para la gestión integral de RSU y RINES de manera ambientalmente sustentable que permita claramente la implementación en el corto plazo de la infraestructura necesaria. Esta ley debería considerar aspectos tales como la gestión y valorización energética de NFU, el coprocesamiento de residuos con valor calórico residual en empresas de alta demanda energética, la eliminación de enterramiento de residuos y la erradicación los de basurales. NOTA DESTACADA