Hace algunos días, mientras miraba por la ventana, me pregunté si lo que estaba haciendo era lo que en verdad quería. Y ese cuestionamiento abarcaba completamente todo lo que soy en los ámbitos laboral, estudiantil, personal y todo aquello que completa mi forma de ver, sentir, pensar… es decir: vivir. Sin llegar a lo que el escritor y psicoterapeuta Thomas Moore denomina la noche oscura del alma (una época de tristeza, conflictos, pérdida, frustración o fracaso que nos trastoca la vida), debo decir que esta revisión profunda sobre mi ser, me llevó a buscar qué elementos, personas o momentos me motivan para seguir adelante. Entonces, toqué la puerta del Mtro. Alberto Segrera, académico del Departamento de Reflexión Interdisciplinaria de nuestra IBERO, quien a bote pronto me dijo que los seres humanos tenemos la bellísima e irrenunciable oportunidad de ser lo que queremos en cualquier momento de nuestra existencia.