VER MÁS VER MÁS El reino de Washington Olivetto. ¡Exacto, y ahí te va! Cuando yo llegué muchos años después a Brasil en 2012, ya en Coca-Cola, para hacerme cargo de la publicidad en ese país, una de las amistades profundas que hice fue con Washington. Yo le decía “Washington, no lo puedo creer, yo te miraba haciendo cosas veinte años atrás, cuando era un chico en la universidad en el interior de Brasil tratando de aprender ingeniería química”. El mundo da vueltas que son fabulosas. Aquellos años de estudiante en Brasil fueron, entonces, los de su enfrentamiento consciente con el marketing. Claro, porque yo ahí ya la detecté como una herramienta y no hacía más que decir “uau, qué genios”. Es que eran muy creativos, muy recursivos, muy inesperados y sorpren-dentes. Y no sólo la publicidad comercial, sino también la política. El presidente en esa época era Collor de Mello, y lo recuerdo saliendo los domingos a hacer su jogging con una camiseta con un mensaje político. En general en la semana se peleaba con mucha gente y, aun si la pelea había sido el viernes a la noche, el domingo estaba trotando con su camiseta con una devolución pública impresa en ella. Era, él mismo, una red social. ¡Él era una red social! Impresionante.