25 Boletín Salesiano | En la capital, la mayoría de las disciplinas se desarro-llarán en el Estadio Nacional, pero también habrá acción en Cerrillos, La Pintana y Peñalolén. El boxeo y la lucha se irán a Ñuñoa y hasta el Happyland de La Florida será la impensada sede para la competencia de bolos. El him-no, llamado “A la cima”, fue escrito por la laureada Anita Tijoux y Movimiento Original, y la mascota es un pájaro de siete colores llamado “Fiu”. Para recibir un “monstruo” de esta magnitud hubo que invertir 350 millones de dólares en infraestructura, lo que dejó en evidencia que Chile tiene estadios de fútbol de muy buen nivel, pero siempre ha estado al debe con otras disci-plinas, como la natación o las pruebas ecuestres. Incluso, se levantó una Villa Panamericana en Cerrillos, que después de los Juegos se convertirá en 1.345 viviendas sociales. A mediados de septiembre también será entregado el Centro de Entrenamiento Paralímpico, frente al Estadio Nacional, que puede albergar 11 disciplinas adaptadas y cuyo complejo fue diseñado para accesibilidad universal. Una obra que contempla una superficie total de 6.500 metros cuadrados construidos y 16.700 de áreas exte-riores. El aforo en su interior es de 350 personas. Una deuda que estaba pendiente y permitirá tener deportis-tas paralímpicos realmente de alto rendimiento. Paralímpicos ganan espacio Los Juegos Panamericanos nacieron como idea en los años 40, pero no pudieron realizarse por la Segunda Gue-rra Mundial, hasta que Argentina organizó esta fiesta por primera vez en 1951. Lo ganaron ellos mismos y, salvo el que se llevó Cuba el 91, todos los demás medalleros fue-ron liderados por Estados Unidos. En 1999 se concreta-