El propio San Juan Bosco, poco antes de morir, can-sado pero feliz de haber dedicado toda su vida a la edu-cación y evangelización de los jóvenes más pobres, ha-bía ordenado establecer esta obra que sería la tercera en Chile, después de las de Concepción y Punta Arenas. Ese año se estableció una escuela de artes y oficios sa-lesiana y la casa adquirida para albergar a los Salesia-nos e iniciar su misión en el antiguo hospital San Juan de Dios y su Iglesia adyacente en pleno centro de Talca. Los sacerdotes Domingo Tomatis, Alejandro Garbari, Vicente Gioia y Luis Marello fueron los pioneros que, en marzo de 1888, comenzaron su labor educativa con 40 niños que aprenderían sastrería, herrería, zapatería, car-pintería y arte. Para el centenario de la presencia salesiana en Chi-le, la escuela contaba con 334 estudiantes. Hoy, la obra salesiana de Talca tiene una matrícula de 1950 alumnos desde pre kínder a cuarto medio. Los directores y comunidad religiosa han materializa-do, durante los años, diversas iniciativas exitosas en la formación cristiana de niños y jóvenes, así como en la difusión del mensaje evangelizador a padres y familias. En 1914, la Escuela Don Bosco se convirtió en un cen-tro vital de la vida religiosa, social y comunitaria en Talca, con la construcción del colegio que incluyó el templo en honor a Santa Ana. En 2004, el Rector Mayor de entonces, Don Pascual Chávez, aprobó el “Proyecto de Talca”, estableciendo las bases para una gestión educativa y pastoral integral que abarcó desde la educación preescolar hasta la enseñan- 43 Boletín Salesiano |