“Fuimos una fuerza carismática en la Iglesia chilena y en nuestras congregaciones. Somos de la primera generación que sirvió con alegría a los jóvenes de ese sector, pero también hemos servido durante 50 años a los distintos jóvenes de Chile a través de las colonias Villa Feliz, a los más pobres, carentes y necesitados”, expresa. Algo parecido le sucedió a Mauricio Hernández, exestudiante del Centro Educativo Salesianos Alameda, parte de la primera generación de animadores junto a sus hermanos. Agradece mucho la experiencia, porque marcó su vida. “Participé hasta 1982. Fue una experiencia que me hizo crecer y sirvió en mi vida personal y profesional. Nos dio el sentido del servicio pastoral y una buena formación humana”. Agradece mucho la formación de los salesianos, quienes confiaron en ellos cuando aún eran muy jóvenes. “Teníamos 15 años; ellos nos de-jaron y fuimos capaces de hacernos responsables, porque después fui-mos a hacer esta experiencia en Magallanes. Quedamos a cargo de las colonias en Puerto Natales y Porvenir”. “Esa formación que me entregó fue maravillosa y para la vida, asumir experiencias y hacer cosas distintas con y para los jóvenes”, agrega. ¿Su sueño? Que esto se proyecte por 50 años más, porque estos servicios son los que ayudan a que la gente se sienta parte del pueblo de Dios y a una Iglesia al servicio de las personas. “Donde haya jóvenes que quieran evangelizar a otros jóvenes, será posible que este movimiento siga existiendo y motivando a tantos otros a encontrar el sueño de su vida y hacerlo realidad, porque uno se motiva junto a otras personas que también tienen un anhelo, esperanza y sueño”. Jóvenes como protagonistas Las Comunidades Apostólicas Salesianas (CAS) son fruto de las pri-meras Colonias Salesianas Villa Feliz realizadas en Macul. Son confor-madas por jóvenes que siguen a Cristo como modelo de vida y compar-ten con otras personas su fe al estilo de Don Bosco y María Mazzarello. Su Proyecto de Vida centra sus bases en la vivencia comunitaria, trabajo apostólico y Espiritualidad Juvenil Salesiana. Gabriela Riquelme fue coordinadora nacional de CAS entre 2005 y 2009. Su casa pastoral fue el Centro Educativo Salesianos Alameda. Co-menzó como monitora, cuando aún iba al colegio.