Proteger a las futuras generaciones manteniendo el incremento de la temperatura promedio por debajo de 2ºC (tendiendo a 1,5ºC) respecto de la era preindustrial, y cumplir con las 169 metas específicas hacia 2030, aparecen como proezas difíciles de alcanzar, más aun transcurriendo una pandemia cuyos efectos sanitarios, sociales y económicos son difíciles de pronosticar.