¿Quién iba a pensar, hace algunos años, incluso hasta antes de la pandemia, que solamente apretando un botón, podríamos estar en segundos, hablando o comunicándonos a través de contenido gráfico y/o multimedial con cualquier persona en cualquier parte del planeta? ¿Quién iba a pensar que los docentes iban a estar dando su clase delante de una pantalla, con alumnos, que antes por distancia, ubicación geográfica, etc., no tenían la posibilidad de acceder a ningún tipo de sistema educativo? ¿Quién iba a pensar que la capacitación se iba a manejar sin fronteras y de una manera tan rápida y global? Ante tanta evolución de las comunicaciones, es cierto que debemos de tener precauciones de no perder el sentido humano de las relaciones interpersonales y de la transmisión de conocimientos. Siempre debemos tener la iniciativa e inquietud de hacer, de manera continua, un feedback de la información que manejamos, para saber efectivamente si se entendieron las cosas que quisimos transmitir por los medios informáticos.