NOTA DESTACADA por Patricia Daiana Missart La imperiosa necesidad de incorporación de los delitos ambientales al código penal La pandemia del COVID-19 ha visibilizado la errática relación de la humanidad con el ambiente a nivel global y las trágicas consecuencias asociadas a ello. Al mismo tiempo, en el último año en nuestro país quedaron expuestos comportamientos dañinos a gran escala sobre el entorno, como los incendios de más de un millón ciento cincuenta mil hectáreas de bosques y humedades (según el Servicio Nacional del Manejo del Fuego), a sabiendas de un histórico trasfondo económico para el desarrollo de posteriores emprendimientos sectoriales, sin que muchas veces estos hechos nocivos concluyan siquiera con la determinación de responsables certeros. Todo esto puso de manifiesto, de la mano de proyectos legislativos y el acompañamiento masivo de grupos sociales, la necesidad de que estos actos abusivos trasciendan la mera, y muchas veces, infructuosa responsabilidad civil, y pasen a considerarse delitos ambientales.