Esto significa producir más kilogramos por hectárea cultivada, sin aumentar la superficie destinada a la siembra de cultivos. Y en este sentido, es fundamental una adecuada nutrición vegetal. En los últimos años, la tecnología ha aumentado de manera considerable en ámbitos como la genética de semillas, mapeos satelitales, maquinaria agrícola, siembra directa, logística, comercialización, etc. Pero la nutrición de cultivos aún no ha dado un salto cualitativo en materia de avances tecnológicos. Continuamente se está buscando la manera de aumentar la productividad de los cultivos y por lo tanto aumentar el nivel de ingresos o beneficios del negocio agrícola. Pero al momento de indagar sobre qué tecnologías de fertilización se usan habitualmente, se puede notar que, en general, son las mismas que se vienen usando hace años. Con formulaciones tradicionales de urea, fosfato diamónico o monoamónico. AGRONOMÍA