La definición de sostenibilidad más aceptada es esa que promueve un desarrollo que satisfaga las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras. En el caso de las empresas significa cuidar todos los factores invo-lucrados en su cadena de valor para asegurar no solo que no se detenga su flujo de producción sino también promover que su corazón siga latiendo a un ritmo adecuado. Como todo el mundo, las empresas no escapan a los efectos generados por el cambio climático, la pérdida de la biodiversi-dad, la contaminación y escasez de agua, una pandemia, inse-guridad, etcétera. Este panorama dibuja un nuevo y complejo