ENERGÍAS RENOVABLES Además, el establecimiento de fábricas, tanto de biodiesel como de bioetanol a base de caña de azúcar y a base de maíz, ha generado grandes inversiones en los últimos 15 años. Por su parte, el avance en los encadenamientos productivos permite agregar valor a las materias primas, lo cual hace posible, en parte, colocar en el extranjero productos que generan un mayor ingreso de divisas respecto a la comercialización de productos sin procesar. En base al informe realizado por el Licenciado Agustín Toborra para el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA, 2020), es importante resaltar también que en el mundo existe una tendencia creciente a aplicar mecanismos que exijan la utilización de biodiesel para diésel fósil, estableciendo mandatos de mezcla obligatoria y generales, como así también indirectamente a través de fijación de metas de reducción de gases de efecto invernadero (GEI). Desde el área de Ambiente de la empresa DH-SH, se realizó un ensayo con pronóstico positivo: A partir de la recepción de fondos de tanque de biocombustibles recuperados, extrajimos la fracción factible de ser utilizada como biocombustible. Se comenzó con una fracción de 25% bio y 75% gasoil, y luego se escaló a iguales proporciones, es decir 50 y 50. Los resultados son muy buenos ya que no se notaron variaciones en el rendimiento del motor. El próximo paso es invertir la primera ecuación a 75% de bio y 25% de gasoil hasta llegar a la utilización de 100% biocombustible. En 2019 ya eran 43 los países con obligación de uso de biodiesel bajo los tres mecanismos descritos anteriormente. En este contexto, y de cara a la realidad de crisis climática, no debemos