Management industrial se conducen frente a los problemas sociales y ambientales, así como lo que hacen para contribuir a la solución de esos proble-mas; lo mismo hacen los inversionistas para decidir si se suman o no a tal proyecto. Así, conducirse de forma responsable abo-na a la buena reputación de las empresas, lo que les permite construir lealtad entre los consumidores y confianza entre los inversionistas. En la medida que la empresa sea constante en su prácticas responsables, su reputación como activo de nego-cio se mantendrá en el largo plazo, manteniendo a los clientes actuales y contribuyendo a la conversión del mercado potencial, al tiempo que atrae más capital para continuar con los planes del negocio; un capital, por cierto, menos costoso debido a la confianza que la empresa ha generado. Otro activo importante de las empresas es su gente. Los emplea-dos son más leales si encuentran que los valores que la empresa promueve les permiten expresarse y contribuir a la solución de los problemas que también los afectan. Si además las políticas laborales de la compañía favorecen el desarrollo profesional y personal de los empleados, permitiendo un entorno respetuoso de sus derechos y de solvencia económica, la productividad aumenta directamente. Las consecuencias son tangibles: los empleados cuidarán más los recursos de las empresas, y desea-rán prolongar su tiempo en la compañía con lo que los niveles de rotación de personal disminuirán, reduciendo los costos legales que traen consigo los despidos y las nuevas contrataciones, ade-más de reducir los gastos asociados a la capacitación.