Aún existen pocas plantas industriales en el mundo, capaces de producir con esta tecnología, pero sin dudas es el horizonte hacia donde se avanzará en el futuro. Además de los beneficios en la absorción de nutrientes y la nutri-ción eficiente, hay que sumar ventajas como: menores dosis de aplicación, mayor eficiencia de los equipos de siembra, menores costos de logística y almacenamiento, y menor trabajo (en horas/hombre). Sin embargo, hay algunos temas que aún necesitan ser analizados con más detalle. El primero es la regulación de la sembradora. No todos los equipos de siembra están en condiciones de aplicar este tipo de fertilizantes. Hay equipos con marcado desgaste, que hace que el producto caiga al suelo por los orificios de los dosificadores. O no tienen las relaciones de marcha adecuadas para aplicar dosis bajas (en el orden de 30 a 50 kgs./ha).