Hablando de fusiones, Grey está integrándose con AKQA, lo que responde a lo que has estado diciendo: integraciones de agencias de comunicación con otras que tienen más ese valor tecnológico, digital... ¿Cómo les está yendo en este proceso? Han sido décadas, especialmente la última, de mucho trauma, sufrimiento y transformación. El cambio no es fácil para la industria en su totalidad: agencias, clientes… Todos los operadores. Hemos tenido que cambiar y hacerlo significa adquirir nuevos perfiles que no siempre encajaban. Todo este proceso ha sido doloroso, aventurero y entusiasmante; y creo que hoy podemos decir que esta integración es importante. Creo que esta década es la de la verdad, del sinceramiento de todo esto. Los últimos diez años fueron de aprendizaje. Como todo cambio, a veces la achuntabas, y a veces no. Y aquellas organizaciones, grupos o colaboraciones que han acertado más veces, definitivamente son las que han logrado progresar. Siendo CEO de la región de Grey ¿Cómo ves el futuro? Lo veo con ulteriores cambios, pero muy excitante. Lo que más me entusiasma es poder disponer de medios que antes no teníamos. Saber escuchar al consumidor casi en vivo… Antes, lo más cercano a ello era ponerse detrás de un espejo en un focus group y no era placentero… Era como estar espiando. Hoy, un social listening no es husmear, es entender. Nos da mucho más a los que estamos en esta profesión.