Pasaron ya treinta meses desde la celebración global del Day One. Una etapa que se inició con la lógica incertidumbre de tener que transitar un camino desconocido. Un período fluctuante que sacó a relucir en toda la organización una cuota superlativa de esfuerzos compartidos, creatividad y la ilusión de formar parte de una transformación que quedará para siempre en los manuales de la historia empresarial. Fueron tiempos de enormes enseñanzas y aprendizajes matizados por sucesivos logros que le permitieron a la empresa entregar resultados a pesar del contexto y confirmar que se avanza por el camino correcto. RESULTADOS