El diseño de la nueva organización ya se había puesto en marcha. Lo que siguió a este primer encuentro formal de conocimiento e interacción fue una hoja de ruta intensa y fuertemente desafiante que recorreremos en los próximos capítulos. Para garantizar que las necesidades del cliente siguieran ocupando un lugar central, el plan de transición en cada país se diseñó en función de sus características particulares. Fue clave asegurar que la integración tuviera sentido para los clientes porque son las necesidades y resultados de los productores -grandes y chicos- los que apalancan el éxito de la nueva empresa. El Day One global, transmitido desde Saint Louis y Mönheim, contó con la participación de todos los empleados de Bayer a nivel mundial, alrededor de 115 mil personas, incluidos los pertenecientes a los negocios de Consumo Masivo y Pharma. Junto con el Day One, se lanzó una plataforma digital interna (Oneplattform) con toda la información específica del proceso de integración según región, país y función. Durante los días posteriores al Day One, se organizaron encuentros virtuales específicos sobre diferentes aspectos de la integración. Hubo de IT, Finanzas, I+D y Supply Chain, entre otros.